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jueves, 22 de septiembre de 2016

Ciclismo: Biomecánica, Masaje y Recuperación

BIOMECÁNICA
A la hora de practicar cualquier deporte es parte fundamental comprender qué partes de nuestro cuerpo están trabajando. De esta manera podremos realizar una prevención, así como un trabajo de compensación muscular que nos ayude a minimizar el riesgo lesivo que implica una práctica deportiva.
En esta ocasión nos centraremos en la parte que más esfuerzo realiza encima de la bicicleta:
 Las piernas son las protagonistas principales de este deporte, y el pedaleo el movimiento estrella; saber controlarlo y tener una buena colocación sobre la bici será determinante a la hora de optimizar nuestros resultados. No debemos obviar el trabajo de la espalda, especialmente columna lumbar y cervical, así como el constante esfuerzo que realizan los brazos, siendo más intenso en la modalidad de montaña. Para ello es fundamental realizar ejercicios que ayuden a contrarrestar los efectos del ciclismo sobre el sistema musculoesquelético así como a mejorar nuestro rendimiento.
Las tres principales articulaciones implicadas son  tobillo, rodilla y cadera. Cada una de ellas estará guiada por un paquete muscular que deberemos mantener en las mejores condiciones posibles para evitar la fatiga y prevenir lesiones.
Trataremos de hacer un resumen de la biomecánica del pedaleo con el fin de conocer los principales músculos que deberemos potenciar y estirar. El pedaleo tiene 2 fases:
·         BAJADA DE PEDAL. Esta es la fase en la que se realiza casi todo el esfuerzo. Consta de los siguientes movimientos:
-          Extensión de cadera: el Glúteo Mayor es el responsable de casi un 50% del esfuerzo que implica este movimiento.
-          Extensión de rodilla: el cuádriceps es responsable de un 94% de esta extensión. Conviene tener una buena técnica de pedaleo para evitar descompensaciones que terminen alterando la biomecánica del mismo, lo que castigaría nuestra técnica y, por tanto, nuestro rendimiento.
-          Flexión  plantar de tobillo : el sóleo y los gemelos son los responsables de este movimiento casi de manera exclusiva (98%).









·         SUBIDA DE PEDAL.  Aunque en esta fase el esfuerzo realizado es menor, una correcta ejecución nos permitirá aumentar la potencia del pedaleo.
-          Flexión de cadera: en este caso apenas un 35-36% de la flexión está realizada por la musculatura del muslo, (el recto anterior del cuádriceps para ser precisos). El principal flexor de cadera es el psoas-ilíaco, músculo que tiene su origen en todas las vértebras lumbares y la última dorsal, así como en sus discos intervertebrales, y se va a insertar en el trocánter menor del fémur.
-          Flexión de rodilla: los principales flexores de rodilla son los isquiotibiales(90% aprox.).
-          Flexión dorsal del tobillo: movimiento realizado por el músculo tibial anterior y el flexor común de los dedos (un 85% entre ambos).






Resulta fundamental el trabajo del equipo técnico a la hora de mantener la bicicleta en perfectas condiciones y que la propia técnica del pedaleo genere el menor desgaste tanto a nivel muscular como a nivel articular. La realización de un estudio biomecánico ayudará en gran medida a asegurar una buena colocación de manera que ganaremos en salud y rendimiento a partes iguales.

Estudio realizado por “pedaleabien” en Centro Soco.

  
Los entrenos y las competiciones hacen del ciclismo uno de los deportes más exigentes que conocemos. Los kilómetros acumulados en las piernas y la falta de tiempo para poder realizar una recuperación en condiciones hacen que tanto a nivel élite como a nivel cicloturista sea indispensable adquirir una serie de hábitos que minimicen el impacto de este deporte sobre nuestro organismo y minimizar así la fatiga.
Definimos la fatiga como “la imposibilidad física, psíquica u orgánica para continuar un trabajo al mismo ritmo con el que se venía realizando, ya sea por su intensidad o por falta de adaptación”. El grado de fatiga soportado presenta diferencias entre las personas y depende en gran medida del respaldo psicológico y motivacional de cada uno. La fatiga fisiológica se considera un mecanismo de aviso, que previene un esfuerzo excesivo de todo el cuerpo o de parte de él. Sin embargo, la propia fatiga como mecanismo útil en el entrenamiento es fundamental en los procesos de la supercompensación requerida para mejorar el rendimiento deportivo.
La fatiga muscular es un estado transitorio y de duración variable que llega de manera progresiva por la confluencia de diversos factores como son: fallos en el aporte energético y de O₂, alteraciones en la actividad enzimática, desbalance electrolítico, desequilibrio ácido-básico, defectos en la homeostasis de macro y micronutrientes y acumulo de metabolitos, entre otros.
Estos factores dependen, a su vez, de otras circunstancias como la duración del ejercicio, el tipo de contracción y la clase de fibras musculares participantes, el grado de entrenamiento, etc. Es decir, en condiciones normales, existe un equilibrio entre los aportes nutricionales y energéticos, y los requerimientos para mantener un nivel adecuado de rendimiento físico. Cualquier circunstancia que altere este equilibrio conducirá al desarrollo de fatiga muscular.
A continuación os hablaremos de una serie de hábitos que ayudarán a conseguir una progresión raída y eficaz, reduciendo la fatiga:

-          Entrenamiento y descanso: no existe ninguna disciplina deportiva en la que no sea necesaria la práctica regular de la misma para conseguir una correcta evolución. Para ello contaréis con entrenamientos programados por parte de la dirección del club, que también os enseñarán otro de los puntos fundamentales en la recuperación y rendimiento deportivo: hidratación y descanso.
-          Alimentación: la ingesta de nutrientes es otro de los factores a tener en cuenta cuando nos dedicamos a practicar cualquier deporte. En el caso de una disciplina que es eminentemente aeróbica y que exige una gran resistencia y gran trabajo del sistema circulatorio y  respiratorio, puede resultar complejo adaptar nuestros hábitos alimenticios para lograr el resultado deseado. En este caso es crucial contar con una nutricionista especializada en nutrición deportiva.


-          Masaje periódico de mantenimiento. El masaje de descarga está orientado a conseguir los siguientes efectos:

*Favorece la circulación sanguínea, principalmente el retorno venoso.
*Evita sobrecargas musculares.
*Descarga de tensión a los tendones más exigidos.
*Tiene un alto grado de componente analgésico.
*Acelera el proceso de eliminación de toxinas.
*Previene lesiones, al poder detectarse en sus primeras fases no dolorosas.
*Elimina las adherencias.
*Favorece la correcta circulación linfática.
*Momentos antes de la competición, inicia el proceso de calentamiento.
*Permite al ciclista, trabajar psicológicamente el nexo músculo-mente.
*Momento perfecto del día para estar aislado de la propia tensión competitiva, e interiorizar las sensaciones que su cuerpo le transmite a nivel sistémico.

A día de hoy se conocen los beneficios de multitud de técnicas para acelerar la recuperación muscular después de la realización de esfuerzos. Podemos poner en práctica varios recursos caseros para complementar el estiramiento, el descanso y la rehidratación, que son los tres pilares básicos que debemos poner en práctica después de cada salida; ya sea un entrenamiento o una competición.
Sois muchos los que practicáis running o natación además del ciclismo por lo que la cantidad de kilómetros acumulados por vuestras piernas son suficientes como para diseñar un programa recuperador de élite. La crioterapia, termoterapia o el trabajo miofascial los podéis hacer en vuestra casa para minimizar la fatiga de manera cómoda y económica.



CRIOTERAPIA-TERMOTERAPIA
La aplicación de hielo no sólo es recomendable  para la recuperación muscular tras un esfuerzo, sino que también tiene propiedades beneficiosas en caso de lesión. Según Carlos Díez, director de los Servicios Médicos Sanitas - Real Madrid, entre los fines terapéuticos de la crioterapia se encuentran “la disminución de la temperatura corporal y la inflamación, así como sus posibles efectos beneficiosos sobre la circulación, porque al tratarse de un vasoconstrictor, favorece la reducción del dolor y colabora en la aceleración del proceso de recuperación en caso de lesión”.





Aunque la aplicación de cremas criogénicas o criogeles pueden sustituirlo, el hielo aplicado directamente es mejor, más cómodo y más económico.



Sumergirse en una bañera con hielo durante (aproximadamente) 8-10 minutos, o la aplicación de un masaje lento con una bolsa llena de hielo son los métodos más extendidos en la utilización de crioterapia.



El calor también puede ser un gran aliado a la hora de mejorar la recuperación muscular.
El hielo, combinado con el calor, te puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo a nivel muscular, de esta manera llegarán más nutrientes a tus células y se acelerarán los procesos de regeneración muscular. Lo ideal es aplicar técnicas de crioterapia justo al terminar la sesión de entrenamiento y, pasadas un par de horas, aplicar los baños de contraste: 2 minutos agua caliente + 2 minutos con agua fría, así hasta 10 minutos (aunque no hay reglas escritas respecto al tiempo de exposición, puedes ir aumentando el tiempo, progresivamente, según tu nivel de adaptación particular).
Como con todo, conviene consultar a nuestro médico sobre la aplicación de tales métodos, pues tienen contraindicaciones en caso de haber anomalías cardiovasculares.

TRABAJO FASCIAL
Se trata de una estimulación mecánica del tejido conectivo, logrando una eficiente circulación, aumentando el suministro sanguíneo lo que implica un incremento del flujo de metabolitos desde y hacia el tejido, acelerando el proceso de curación.
La autoliberación miofascial se realiza con un rodillo de espuma, y  es posible gracias al principio conocido como inhibición autogénica, esta se da cuando la tensión en el músculo aumenta hasta el punto de que hay riesgo de una ruptura del tendón, en ese momento el órgano de Golgi estimula al músculo para que este se relaje. Se dirige principalmente a reducir el tono muscular y así evitar los problemas que se pueden producir por un exceso del mismo. Decir que en los últimos años se está convirtiendo cada vez más en una técnica utilizada por los deportistas para mejorar su recuperación y así aumentar su rendimiento y sus beneficios se han analizado en estudios como el realizado por Healey, Dorfman, Riebe, Blanpied, & Hatfield, 2011 en el cual encontraron evidencias de que disminuye la fatiga de los deportistas que utilizan el foam roller. Otro estudio realizado por Arroyo-Morales, y otros, 2009 concluye que además mejora el estado de inmunodepresión post ejercicio.
Con esta técnica además de producir cambios transitorios en la longitud muscular como en los estiramientos, lograremos  romper tejidos cicatrizados y pegados, aunque para conseguir estos beneficios debemos ser constantes, no es una actividad milagrosa.
*ES IMPORTANTE REALIZAR ESTOS EJERCICIOS LOS DÍAS DEDICADOS AL DESCANSO ACTIVO. NO TRAS UN ENTRENO INTENSO  O  UNA COMPETICIÓN.
Solamente debemos hacer rodar el cuerpo sobre el rodillo, en donde los músculos que necesitan ser trabajados quedarán atrapados por la presión entre el peso corporal y el rodillo. La velocidad es la clave, debemos hacerlo lentamente,  sobre todo en los puntos en donde la molestia se incrementa, una vez que el dolor en esos puntos va disminuyendo pasaremos a trabajar otra zona.
Os recomiendo que comencéis realizando ejercicios con poca carga, por ejemplo al rodar sobre los gemelos, hacerlo sobre los dos al mismo tiempo para dividir la carga, a medida que vamos cogiendo confianza y perfeccionando el movimiento, podemos incrementar la fuerza con un sencillo paso, en este caso; sería colocando solo una pierna apoyada y la otra encima, con lo cual disminuimos los puntos de apoyo, aumentando la intensidad.
Un aspecto importante, es rodar solamente el músculo, sin llegar a las articulaciones o huesos. Es aconsejable dividir los músculos por zonas, por ejemplo comenzar por la parte alta del gemelo, después la parte central y finalmente la parte más distal del mismo, ya que así notaremos más el trabajo, que si por ejemplo rodamos por todo el gemelo en la misma repetición.
La tensión suele ser más fuerte en las porciones de músculo que están cerca de las articulaciones distales, así que si liberamos primero la tensión de la parte alta  aliviaremos un poco la tensión de la zona más alejada.
Claramente toda técnica tiene contraindicaciones, en este caso podemos resumirlas en cuatro recomendaciones, el Foam Roller NO se debe utilizar en áreas lesionadas recientemente, eso es lógico, pero tampoco debemos utilizarlo en prominencias óseas ni en dolores crónicos ya que se podrían agravar. Las personas en las cuales estarían desaconsejada su utilización serían todas aquellas que tienen problemas circulatorios. Viendo estas recomendaciones, debemos sobre todo tener especial atención con las lesiones recientes, ya que a todos nos gusta recuperarnos antes, pero esta no es la solución a tu problema, se trata de un elemento preventivo y hay que ser cuidadosos en su utilización.
Los principales beneficios de este aparato son:
 Relajar los músculos hipertónicos.
Preparar el músculo para el esfuerzo.
Mejorar la circulación de deshechos.                                                        
Eliminar adherencias y contracturas.
Aliviar puntos gatillo (activos o latentes). 

(Fuente: buenaforma.org )
-GLÚTEO

-ZONA LUMBAR

-CINTILLA ILIOT

-ISQUIOS

-CUÁDRICEPS

-GEMELO-SÓLEO